lunes, 13 de abril de 2009

Estrategias metodológicas

Para el desarrollo acorde con los supuestos señalados y que subyacen en un aprendizaje basado en recursos, se han considerado diversas actividades y medios con que el alumno contará para su aprendizaje. Entre ellos se tiene:
Un componente de clases presenciales en las cuales el profesor presenta nuevos conceptos, hace síntesis o cualquier otra actividad que demande su presencia y ayude a contextualizar el contenido y la finalidad del curso.
Materiales de lectura específicos, a menudo, con varios vínculos o enlaces a páginas Web.
Animaciones y simulaciones vía computador.
Ejemplos de problemas y soluciones con interactividad.
Conexiones hacia libros de referencia y otros materiales electrónicos.
Ejercicios y tareas colaborativas.
Sistemas tutoriales inteligentes.
Participación de invitados expertos.
Evaluaciones formativas que permiten al estudiante verificar si entiende el material presentado.
Exámenes formales que son calificados y usados para evaluar el rendimiento del estudiante.
Foros de discusión u opinión de temas interesantes o de temas que les permita reflexionar a los estudiantes acerca de su propio aprendizaje.
Si bien este listado no es exhaustivo, se enmarca dentro de dos conceptos: la metodología de proyecto y el trabajo colaborativo.
Metodología de proyecto: Esta metodología, basada en la ejecución de un proyecto, otorga al profesor y al alumno la posibilidad de aplicar un enfoque tecnológico a una situación dada. Con esto queremos decir que el alumno inicia su trabajo con un problema que él mismo se plantea para resolver alguna necesidad. Para esto, debe ir documentándolo con información proveniente de las diversas fuentes de que dispone y de sus mismos compañeros. Con ellos puede ir trabajando en grupo, compartiendo ideas y trabajando cooperativamente. Así, a medida que el alumno o el grupo trabaja en su proyecto, utiliza diversas técnicas e instrumentos, con el fin de buscar las mejores alternativas de solución para resolver el problema seleccionado. Una vez elegida la solución, se diseña, produce, ejecuta y, finalmente, se evalúa con el fin de determinar en qué medida el problema fue resuelto.
En pocas palabras, la metodología de proyecto ayuda a cada alumno a ir construyendo su conocimiento, a tomar decisiones, buscar y seleccionar información, aportar ideas innovadoras al grupo y trabajar respetuosamente en él.
Trabajo colaborativo: Si hasta hace unos pocos años, el trabajo individual e independiente era considerado como la única forma de aprender, la globalización del mundo ha hecho ver que no podemos aprender solos, que necesitamos del resto para entregar y recibir conocimientos y juntos construir un conocimiento más amplio y profundo. Esa es la base del trabajo colaborativo. La colaboración (presencial o a distancia) es clave para la interacción que se fomenta entre los alumnos. El propósito es que ellos aprendan de los otros y también se responsabilicen de su aprendizaje. Aquí el trabajo grupal es esencial, con tareas y responsabilidades claramente definidas por el grupo mismo o por el profesor.
Cabe señalar que el aprendizaje basado en recursos, además de involucrar un cambio de enfoque y de roles de parte los involucrados en el proceso, requiere de una cuidadosa planificación y de un adecuado diseño de ambientes de aprendizaje, de lo contrario, el resultado será una mala educación tradicional convertida en una mala enseñanza soportada o basada en tecnologías. La tecnología por sí sola no soluciona mágicamente los problemas de calidad de la educación. Ella depende fundamentalmente del cuidado que se ponga en la planificación de la enseñanza y en la selección de los medios que apoyarán el aprendizaje del estudiante.

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